Colombia está en la vanguardia global en temas de derechos reproductivos en América y en el mundo. Y a propósito del lanzamiento del libro Causa Justa por el Aborto hablamos con Catalina Martínez, Directora regional del Centro de Derechos Reproductivos y una de las autoras del libro. En él se documenta la memoria de una lucha colectiva a favor de la despenalización del aborto, que finalmente tuvo frutos el 22 de febrero de 2022 con la sentencia C055 de la Corte Constitucional. El libro es un compendio de testimonios en el que varias mujeres, líderes de la acción legal, escriben su historia en el movimiento y en los momentos previos a la decisión de la Corte. Es un instrumento para las futuras generaciones y el movimiento feminista en otros países. Es la prueba de la lección aprendida.
Catalina nos cuenta que después de la despenalización como resultado del trabajo de Causa Justa, pensaron que era importante documentar lo que había pasado. Según ella, no fue solo un litigio. Fue el conjunto de diferentes herramientas que se usaron para poder defender los derechos de las mujeres. Alrededor de esa demanda se construyó una serie de estrategias de comunicación y movilización que fortalecieron un movimiento que se unió y creció en pro de la despenalización social del aborto.
En la región hay muchos contrastes. Hay países con legislaciones muy restrictivas, hay países con prohibición total del aborto y otros en los que ya está despenalizado. Los desafíos son muchos. En Colombia ya se consiguió la despenalización, pero por lo menos en 5 países del continente la Interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es ilegal sin ninguna excepción. Esto tiene un impacto desproporcionado en la vida de niñas y adolescentes que son criminalizadas. Aun así hay esperanza, Catalina afirma que: “somos una región donde se gesta una esperanza verde. Gracias a la movilización feminista, se ha logrado conquistar decisiones importantes frente al reconocimiento de los derechos reproductivos “.
Desde el Centro de Derechos Reproductivos para América Latina y el Caribe, admiten que el trabajo sigue. Para conseguir la despenalización en el resto de países es necesario ir paso a paso. Por una parte, hay que fortalecer el movimiento y movilización feminista. Cuando se fortalece y se expande, se toma las calles y las redes sociales, llega a los medios y crea una conversación. Esta contribuye a luchar contra el estigma, a informar y sensibilizar. Manda un mensaje potente a las autoridades y evidencia que hay una sociedad robusta que lucha por los derechos de las mujeres. Es clave la construcción del Movimiento. Por otra parte, hay que trabajar con las autoridades. Ya sean nacionales, cortes regionales o La Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Catalina resalta el trabajo que se hizo en el caso de Manuela contra El Salvador. Manuela tuvo la pérdida de su embarazo. Ella fue denunciada por el médico y finalmente sentenciada por homicidio. Con el tiempo se descubrió que tenía cáncer y que su enfermedad fue causante de la pérdida de su bebé. Ella termino muerta en custodia del Estado. Aunque su caso fue injusto, permitió que, desde la Corte Interamericana de Derechos se emitiera una politica pública de regulación frente al secreto profesional médico. Aunque no se ha despenalizado por completo en ese país, se está avanzando con pequeños pasos y diferentes estrategias y frentes de trabajo.
En el Centro de Derechos Reproductivos se trabaja con objetivos a largo y corto plazo. Desde América Latina, se están manejando 4 líneas. En primer momento, trabajan en el reconocimiento del derecho de la Interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Quieren que las leyes se liberalicen y en el futuro el delito del aborto deje de existir; que sea un proceso regulado con iniciativas de salud. En segundo momento, buscan asegurar que niñas y adolescentes puedan acceder a salud sexual y reproductiva. Que tengan acceso y libre circulación de anticonceptivos y servicios seguros de aborto. En tercera línea, esperan conseguir una autonomía reproductiva. Pretenden garantizar un acceso a salud materna de calidad y sin discriminación. Y por último, unirse a los movimientos que tengan una agenda medioambientalista para poder señalar cual es el impacto en las mujeres y en la salud reproductiva.
En Colombia específicamente, siguen haciendo parte del movimiento Causa Justa. Buscan fortalecer, exigir el goce y las garantías de la despenalización. Trabajar de la mano del Estado en la creación de políticas públicas para regular y garantizar el derecho del aborto.
Por: Valentina Parra Guio